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La marcha de las flores


Desde hace diez años, todos los primeros sábados de mayo, se realiza la Marcha Mundial de la Marihuana, este año bajo la consigna: “No más presos por cultivar ¡Regulación del cannabis ya!”. En varias provincias de Argentina, miles se concentraron una vez más para hacerse oír.

El sábado 6 de mayo, alrededor de las 16 horas, comenzó la marcha desde la Plaza de Mayo hacia el Congreso. Diferentes agrupaciones políticas y organizaciones sociales encabezaban la columna mientras que jóvenes y algunos curiosos que caminaban por Avenida de Mayo se iban sumando.

La alegría del reencuentro sumada a los diferentes cantos y a los artistas que con sus guitarras y micrófonos animaban la caminata, comenzaron a transformar la marcha en una fiesta. Banderas, carteles, remeras, pancartas, todo pidiendo a gritos la legalización.


¿Qué tiene la planta de marihuana que une a personas de todo el país y de todo el mundo para luchar por su legalización?, ¿Por qué está cargada de prejuicios?


Muchas veces el miedo hacia el consumo es porque la marihuana es una puerta de entrada a otras drogas, pero lo que muchas madres encontraron en ella fue una salida y una solución para las enfermedades de sus hijos y parientes. El aceite obtenido de la planta permite aliviar momentos de crisis de varios trastornos como el síndrome de Dravet, el síndrome de West, el síndrome de Doose y los trastornos de aspecto autista. Otros de los dolores y molestias que pueden combatirse con el uso del cannabis medicinal, es la fibromalgia. Un síndrome cuya causa es desconocida y que provoca dolores musculares prolongados que se propagan por todo el cuerpo, acompañados de fatiga, ansiedad y depresión. El cannabis al producir relajación muscular y del cuerpo, mejora la calidad del sueño y del estado de ánimo. Guillermina, mamá de Tobías, cuenta que desde su nacimiento, Tobi sufre cuadros severos epilépticos, 300 convulsiones diarias, entre ellas unas siete convulsiones tónico-clónicas (pérdida de la conciencia). Los neurólogos le dijeron que no quedaban más estudios por hacer, pero Guillermina siguió buscando alternativas y se contactó con Mamá Cultiva: ellas le regalaron flores y aceites. Desde ese momento, Tobías consume una dosis diaria que equivale a medio gramo de arroz de una cepa que contiene más THC que CBD. Sus dolores y episodios se redujeron, comenzó a expresarse y a tener autonomía e iniciativa propia.

A su vez, varios de los manifestantes y auto cultivadores, explican que el vínculo que se genera con la planta, más allá de sus usos medicinales, "es un vínculo de amor y de conexión con el cuerpo al que no hay que tenerle miedo". Belén, estudiante de actuación, clown y escritora, se acomoda la mochila para seguir marchando, mientras recuerda su inicio en el consumo. Las anécdotas siempre comienzan con una reunión entre amigos, un recital, o un viaje, para luego convertirse en un estilo de vida. La marihuana permite conectar con las profesiones, hobbies, actividades, desde otro ángulo, como explica Belén: "desde mi experiencia, sirve para distintos momentos. Hay veces en las cuales yo quiero escribir, tengo ganas y siempre creo que hay que tirar un disparador, ¿no? Está el documento de Word en blanco o la hoja del cuaderno en blanco, entonces hay que tirar algo, cualquier frase, cualquier cosa que se te cruza, ver algo y escribir lo que ves. Y a veces, el faso me deja esa intensión y empiezan a pasar un montón de cosas, pero por dentro de mi cabeza y algunas logro bajarlas y escribirlas y otras quedan adentro de mi cabeza. Entonces lo que hago en esos momentos es grabarme. Eso lo aprendí como usuaria de marihuana, a veces no puedo bajar todo escribiendo."


¿Por qué no conocemos más de estos testimonios?, ¿Por qué la mística de la marihuana da miedo?, ¿Qué podemos hacer para cambiarlo?


La marcha avanza, los canticos siguen, "quiero que legalicen la marihuana..." y luego de una hora de intensa caminata, entre risas y humo, en el Congreso se celebró el acto inaugural. Cada una de las agrupaciones subió al escenario ubicado en frente del congreso para presentarse y exponer los motivos por los cuáles marchaban. Entre las presentaciones, la más esperada y la más aclamada fue la de Mamá Cultiva, ya que hace más de dos meses se transformó en ley la regulación del cannabis medicinal. Hecho que si bien deja al autocultivo como gran deuda, establece algunas defensas para los usuarios medicinales y promueve la investigación científica y reconoce, además, las propiedades medicinales y terapéuticas de la marihuana. Las primeras palabras que emitió Valeria Salech (presidenta de Mamá Cultiva) fueron en agradecimiento a todos y a todas los que brindaron su apoyo incondicional a la asociación, a los que las acompañan en los talleres y seminarios, a los que caminaron con ellas en todas las marchas y especialmente a quienes se dedican al cultivo, porque ellas no sólo encontraron una medicina alternativa y una solución a la maternidad complicada que llevan, sino también que descubrieron otro estilo de vida, “nosotras amamos a la planta”.

Las presentaciones siguieron y a medida que transcurría la tarde, los reclamos cobraban más fuerza y los gritos de “¡no más presos por cultivar!” copaban el aire. Cada una de las agrupaciones llevó al escenario diferentes testimonios para que todos los asistentes y aquellos que cruzaban Callao por casualidad, estuvieran al tanto de la persecución policial y los estigmas con los que cargan los que cultivan. Entre los testimonios, el nombre de Lautaro, era el que más retumbaba.El sábado 6 de mayo, alrededor de las 16 horas, comenzó la marcha desde la Plaza de Mayo hacia el Congreso. Diferentes agrupaciones políticas y organizaciones sociales encabezaban la columna mientras que jóvenes y algunos curiosos que caminaban por Avenida de Mayo se iban sumando. La alegría del reencuentro sumada a los diferentes cantos y a los artistas que con sus guitarras y micrófonos animaban la caminata, comenzaron a transformar la marcha en una fiesta. Banderas, carteles, remeras, pancartas, todo pidiendo a gritos la legalización. ¿Qué tiene la planta de marihuana que une a personas de todo el país y de todo el mundo para luchar por su legalización?, ¿Por qué está cargada de prejuicios? Muchas veces el miedo hacia el consumo es porque la marihuana es una puerta de entrada a otras drogas, pero lo que muchas madres encontraron en ella fue una salida y una solución para las enfermedades de sus hijos y parientes. El aceite obtenido de la planta permite aliviar momentos de crisis de varios trastornos como el síndrome de Dravet, el síndrome de West, el síndrome de Doose y los trastornos de aspecto autista. Otros de los dolores y molestias que pueden combatirse con el uso del cannabis medicinal, es la fibromalgia. Un síndrome cuya causa es desconocida y que provoca dolores musculares prolongados que se propagan por todo el cuerpo, acompañados de fatiga, ansiedad y depresión. El cannabis al producir relajación muscular y del cuerpo, mejora la calidad del sueño y del estado de ánimo. Guillermina, mamá de Tobías, cuenta que desde su nacimiento, Tobi sufre cuadros severos epilépticos, 300 convulsiones diarias, entre ellas unas siete convulsiones tónico-clónicas (pérdida de la conciencia). Los neurólogos le dijeron que no quedaban más estudios por hacer, pero Guillermina siguió buscando alternativas y se contactó con Mamá Cultiva: ellas le regalaron flores y aceites. Desde ese momento, Tobías consume una dosis diaria que equivale a medio gramo de arroz de una cepa que contiene más THC que CBD. Sus dolores y episodios se redujeron, comenzó a expresarse y a tener autonomía e iniciativa propia.A su vez, varios de los manifestantes y auto cultivadores, explican que el vínculo que se genera con la planta, más allá de sus usos medicinales, "es un vínculo de amor y de conexión con el cuerpo al que no hay que tenerle miedo". Belén, estudiante de actuación, clown y escritora, se acomoda la mochila para seguir marchando, mientras recuerda su inicio en el consumo. Las anécdotas siempre comienzan con una reunión entre amigos, un recital, o un viaje, para luego convertirse en un estilo de vida. La marihuana permite conectar con las profesiones, hobbies, actividades, desde otro ángulo, como explica Belén: "desde mi experiencia, sirve para distintos momentos. Hay veces en las cuales yo quiero escribir, tengo ganas y siempre creo que hay que tirar un disparador, ¿no? Está el documento de Word en blanco o la hoja del cuaderno en blanco, entonces hay que tirar algo, cualquier frase, cualquier cosa que se te cruza, ver algo y escribir lo que ves. Y a veces, el faso me deja esa intensión y empiezan a pasar un montón de cosas, pero por dentro de mi cabeza y algunas logro bajarlas y escribirlas y otras quedan adentro de mi cabeza. Entonces lo que hago en esos momentos es grabarme. Eso lo aprendí como usuaria de marihuana, a veces no puedo bajar todo escribiendo." ¿Por qué no conocemos más de estos testimonios?, ¿Por qué la mística de la marihuana da miedo?, ¿Qué podemos hacer para cambiarlo? La marcha avanza, los canticos siguen, "quiero que legalicen la marihuana..." y luego de una hora de intensa caminata, entre risas y humo, en el Congreso se celebró el acto inaugural. Cada una de las agrupaciones subió al escenario ubicado en frente del congreso para presentarse y exponer los motivos por los cuáles marchaban. Entre las presentaciones, la más esperada y la más aclamada fue la de Mamá Cultiva, ya que hace más de dos meses se transformó en ley la regulación del cannabis medicinal. Hecho que si bien deja al autocultivo como gran deuda, establece algunas defensas para los usuarios medicinales y promueve la investigación científica y reconoce, además, las propiedades medicinales y terapéuticas de la marihuana. Las primeras palabras que emitió Valeria Salech (presidenta de Mamá Cultiva) fueron en agradecimiento a todos y a todas los que brindaron su apoyo incondicional a la asociación, a los que las acompañan en los talleres y seminarios, a los que caminaron con ellas en todas las marchas y especialmente a quienes se dedican al cultivo, porque ellas no sólo encontraron una medicina alternativa y una solución a la maternidad complicada que llevan, sino también que descubrieron otro estilo de vida, “nosotras amamos a la planta”.Las presentaciones siguieron y a medida que transcurría la tarde, los reclamos cobraban más fuerza y los gritos de “¡no más presos por cultivar!” copaban el aire. Cada una de las agrupaciones llevó al escenario diferentes testimonios para que todos los asistentes y aquellos que cruzaban Callao por casualidad, estuvieran al tanto de la persecución policial y los estigmas con los que cargan los que cultivan. Entre los testimonios, el nombre de Lautaro, era el que más retumbaba.El sábado 6 de mayo, alrededor de las 16 horas, comenzó la marcha desde la Plaza de Mayo hacia el Congreso. Diferentes agrupaciones políticas y organizaciones sociales encabezaban la columna mientras que jóvenes y algunos curiosos que caminaban por Avenida de Mayo se iban sumando. La alegría del reencuentro sumada a los diferentes cantos y a los artistas que con sus guitarras y micrófonos animaban la caminata, comenzaron a transformar la marcha en una fiesta. Banderas, carteles, remeras, pancartas, todo pidiendo a gritos la legalización. ¿Qué tiene la planta de marihuana que une a personas de todo el país y de todo el mundo para luchar por su legalización?, ¿Por qué está cargada de prejuicios? Muchas veces el miedo hacia el consumo es porque la marihuana es una puerta de entrada a otras drogas, pero lo que muchas madres encontraron en ella fue una salida y una solución para las enfermedades de sus hijos y parientes. El aceite obtenido de la planta permite aliviar momentos de crisis de varios trastornos como el síndrome de Dravet, el síndrome de West, el síndrome de Doose y los trastornos de aspecto autista. Otros de los dolores y molestias que pueden combatirse con el uso del cannabis medicinal, es la fibromalgia. Un síndrome cuya causa es desconocida y que provoca dolores musculares prolongados que se propagan por todo el cuerpo, acompañados de fatiga, ansiedad y depresión. El cannabis al producir relajación muscular y del cuerpo, mejora la calidad del sueño y del estado de ánimo. Guillermina, mamá de Tobías, cuenta que desde su nacimiento, Tobi sufre cuadros severos epilépticos, 300 convulsiones diarias, entre ellas unas siete convulsiones tónico-clónicas (pérdida de la conciencia). Los neurólogos le dijeron que no quedaban más estudios por hacer, pero Guillermina siguió buscando alternativas y se contactó con Mamá Cultiva: ellas le regalaron flores y aceites. Desde ese momento, Tobías consume una dosis diaria que equivale a medio gramo de arroz de una cepa que contiene más THC que CBD. Sus dolores y episodios se redujeron, comenzó a expresarse y a tener autonomía e iniciativa propia.A su vez, varios de los manifestantes y auto cultivadores, explican que el vínculo que se genera con la planta, más allá de sus usos medicinales, "es un vínculo de amor y de conexión con el cuerpo al que no hay que tenerle miedo". Belén, estudiante de actuación, clown y escritora, se acomoda la mochila para seguir marchando, mientras recuerda su inicio en el consumo. Las anécdotas siempre comienzan con una reunión entre amigos, un recital, o un viaje, para luego convertirse en un estilo de vida. La marihuana permite conectar con las profesiones, hobbies, actividades, desde otro ángulo, como explica Belén: "desde mi experiencia, sirve para distintos momentos. Hay veces en las cuales yo quiero escribir, tengo ganas y siempre creo que hay que tirar un disparador, ¿no? Está el documento de Word en blanco o la hoja del cuaderno en blanco, entonces hay que tirar algo, cualquier frase, cualquier cosa que se te cruza, ver algo y escribir lo que ves. Y a veces, el faso me deja esa intensión y empiezan a pasar un montón de cosas, pero por dentro de mi cabeza y algunas logro bajarlas y escribirlas y otras quedan adentro de mi cabeza. Entonces lo que hago en esos momentos es grabarme. Eso lo aprendí como usuaria de marihuana, a veces no puedo bajar todo escribiendo." ¿Por qué no conocemos más de estos testimonios?, ¿Por qué la mística de la marihuana da miedo?, ¿Qué podemos hacer para cambiarlo? La marcha avanza, los canticos siguen, "quiero que legalicen la marihuana..." y luego de una hora de intensa caminata, entre risas y humo, en el Congreso se celebró el acto inaugural. Cada una de las agrupaciones subió al escenario ubicado en frente del congreso para presentarse y exponer los motivos por los cuáles marchaban. Entre las presentaciones, la más esperada y la más aclamada fue la de Mamá Cultiva, ya que hace más de dos meses se transformó en ley la regulación del cannabis medicinal. Hecho que si bien deja al autocultivo como gran deuda, establece algunas defensas para los usuarios medicinales y promueve la investigación científica y reconoce, además, las propiedades medicinales y terapéuticas de la marihuana. Las primeras palabras que emitió Valeria Salech (presidenta de Mamá Cultiva) fueron en agradecimiento a todos y a todas los que brindaron su apoyo incondicional a la asociación, a los que las acompañan en los talleres y seminarios, a los que caminaron con ellas en todas las marchas y especialmente a quienes se dedican al cultivo, porque ellas no sólo encontraron una medicina alternativa y una solución a la maternidad complicada que llevan, sino también que descubrieron otro estilo de vida, “nosotras amamos a la planta”.Las presentaciones siguieron y a medida que transcurría la tarde, los reclamos cobraban más fuerza y los gritos de “¡no más presos por cultivar!” copaban el aire. Cada una de las agrupaciones llevó al escenario diferentes testimonios para que todos los asistentes y aquellos que cruzaban Callao por casualidad, estuvieran al tanto de la persecución policial y los estigmas con los que cargan los que cultivan. Entre los testimonios, el nombre de Lautaro, era el que más retumbaba.El sábado 6 de mayo, alrededor de las 16 horas, comenzó la marcha desde la Plaza de Mayo hacia el Congreso. Diferentes agrupaciones políticas y organizaciones sociales encabezaban la columna mientras que jóvenes y algunos curiosos que caminaban por Avenida de Mayo se iban sumando. La alegría del reencuentro sumada a los diferentes cantos y a los artistas que con sus guitarras y micrófonos animaban la caminata, comenzaron a transformar la marcha en una fiesta. Banderas, carteles, remeras, pancartas, todo pidiendo a gritos la legalización. ¿Qué tiene la planta de marihuana que une a personas de todo el país y de todo el mundo para luchar por su legalización?, ¿Por qué está cargada de prejuicios? Muchas veces el miedo hacia el consumo es porque la marihuana es una puerta de entrada a otras drogas, pero lo que muchas madres encontraron en ella fue una salida y una solución para las enfermedades de sus hijos y parientes. El aceite obtenido de la planta permite aliviar momentos de crisis de varios trastornos como el síndrome de Dravet, el síndrome de West, el síndrome de Doose y los trastornos de aspecto autista. Otros de los dolores y molestias que pueden combatirse con el uso del cannabis medicinal, es la fibromalgia. Un síndrome cuya causa es desconocida y que provoca dolores musculares prolongados que se propagan por todo el cuerpo, acompañados de fatiga, ansiedad y depresión. El cannabis al producir relajación muscular y del cuerpo, mejora la calidad del sueño y del estado de ánimo. Guillermina, mamá de Tobías, cuenta que desde su nacimiento, Tobi sufre cuadros severos epilépticos, 300 convulsiones diarias, entre ellas unas siete convulsiones tónico-clónicas (pérdida de la conciencia). Los neurólogos le dijeron que no quedaban más estudios por hacer, pero Guillermina siguió buscando alternativas y se contactó con Mamá Cultiva: ellas le regalaron flores y aceites. Desde ese momento, Tobías consume una dosis diaria que equivale a medio gramo de arroz de una cepa que contiene más THC que CBD. Sus dolores y episodios se redujeron, comenzó a expresarse y a tener autonomía e iniciativa propia.A su vez, varios de los manifestantes y auto cultivadores, explican que el vínculo que se genera con la planta, más allá de sus usos medicinales, "es un vínculo de amor y de conexión con el cuerpo al que no hay que tenerle miedo". Belén, estudiante de actuación, clown y escritora, se acomoda la mochila para seguir marchando, mientras recuerda su inicio en el consumo. Las anécdotas siempre comienzan con una reunión entre amigos, un recital, o un viaje, para luego convertirse en un estilo de vida. La marihuana permite conectar con las profesiones, hobbies, actividades, desde otro ángulo, como explica Belén: "desde mi experiencia, sirve para distintos momentos. Hay veces en las cuales yo quiero escribir, tengo ganas y siempre creo que hay que tirar un disparador, ¿no? Está el documento de Word en blanco o la hoja del cuaderno en blanco, entonces hay que tirar algo, cualquier frase, cualquier cosa que se te cruza, ver algo y escribir lo que ves. Y a veces, el faso me deja esa intensión y empiezan a pasar un montón de cosas, pero por dentro de mi cabeza y algunas logro bajarlas y escribirlas y otras quedan adentro de mi cabeza. Entonces lo que hago en esos momentos es grabarme. Eso lo aprendí como usuaria de marihuana, a veces no puedo bajar todo escribiendo." ¿Por qué no conocemos más de estos testimonios?, ¿Por qué la mística de la marihuana da miedo?, ¿Qué podemos hacer para cambiarlo? La marcha avanza, los canticos siguen, "quiero que legalicen la marihuana..." y luego de una hora de intensa caminata, entre risas y humo, en el Congreso se celebró el acto inaugural. Cada una de las agrupaciones subió al escenario ubicado en frente del congreso para presentarse y exponer los motivos por los cuáles marchaban. Entre las presentaciones, la más esperada y la más aclamada fue la de Mamá Cultiva, ya que hace más de dos meses se transformó en ley la regulación del cannabis medicinal. Hecho que si bien deja al autocultivo como gran deuda, establece algunas defensas para los usuarios medicinales y promueve la investigación científica y reconoce, además, las propiedades medicinales y terapéuticas de la marihuana. Las primeras palabras que emitió Valeria Salech (presidenta de Mamá Cultiva) fueron en agradecimiento a todos y a todas los que brindaron su apoyo incondicional a la asociación, a los que las acompañan en los talleres y seminarios, a los que caminaron con ellas en todas las marchas y especialmente a quienes se dedican al cultivo, porque ellas no sólo encontraron una medicina alternativa y una solución a la maternidad complicada que llevan, sino también que descubrieron otro estilo de vida, “nosotras amamos a la planta”.Las presentaciones siguieron y a medida que transcurría la tarde, los reclamos cobraban más fuerza y los gritos de “¡no más presos por cultivar!” copaban el aire. Cada una de las agrupaciones llevó al escenario diferentes testimonios para que todos los asistentes y aquellos que cruzaban Callao por casualidad, estuvieran al tanto de la persecución policial y los estigmas con los que cargan los que cultivan. Entre los testimonios, el nombre de Lautaro, era el que más retumbaba.

Lautaro es un estudiante de la Universidad de San Martín que se encuentra detenido desde el 6 de marzo, acusado de narcotráfico por tener 34 plantines y 3 plantas adultas, de las que una parte era utilizada para consumo personal y el resto, Lautaro lo regalaba a la Clínica Cannábica de Córdoba, un centro de salud que reparte aceite de marihuana medicinal para asistir a enfermos epilépticos o con Parkinson, entre otras enfermedades. Él carga hoy con el estigma impuesto por la justicia y la sociedad de ser narco, es por eso que durante la marcha los carteles con la consigna No somos narcos aparecían en cada esquina.

Adriana, Nicolás, Lautaro, son unos de los tantos nombres de presos por cultivar, es por eso que la marcha y sus consignas crecen año a año para poder ganar la batalla contra la estigmatización y el narcotráfico.

Si la planta da más herramientas para la salud, para la investigación y para la recreación ¿por qué es ilegal su consumo?, ¿por qué es lo mismo un auto cultivador solidario que un narco traficante?

Los manifestantes no solo dejaban ver su felicidad por estar reunidos sino también su enojo contra todo el aparato represivo y mediático que construye imágenes sobre una realidad que dista mucho de lo que se ve en la marcha y en cada agrupación.

Santiago, quien asiste por primera vez a la marcha, cuenta que viene a luchar, junto a sus compañeros y agrupación, por el auto cultivo y contra los prejuicios que recaen cada vez más sobre jóvenes: "veo mucha gente de muchos lugares, no solo de capital, y que están enojados porque no pueden hacer uso de sus libertades y que acá en la marcha se pueden dar su espacio. Cada vez persiguen a más gente joven como si fuesen delincuentes por consumir".

La lucha todavía no termina, las consignas se refuerzan cada vez más, la unión entre auto cultivadores y agrupaciones se refuerza, poco a poco esas puertas que no se podían abrir, ceden, y en ese momento es cuando más fuerte suena el grito: ¡no más presos por cultivar! ¡Legalización ya!

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